sábado, 31 de julio de 2010

Flor en Indias

jueves, 8 de julio de 2010

PUENTE DE PAZ Y JUSTICIA

Colaboración; Marina Leonor Ferrari , Egresada 1962

martes, 6 de julio de 2010

3er. Encuentro Coral


Unión de Exalumnas/os María Auxiliadora / Coro María Auxiliadora
Te invitan a celebrar en tu casa el Bicentenario de la Patria

* Coro Cantares del Alma. Director Fabio Valente
* Coro de la Casona de Don Bosco. Director: Mariano Delli Quadri
* Coro"Julio Aznárez Jáuregui" del Colegio de Escribanos de BA.
Directora: Silvia S. Pérez Monsalve.

La alegría del Canto Coral manifiesta la armonía y unidad del Carisma Educativo,
Expresado en la variedad de Personas y Obras.

Estamos celebrando en este año 2010:
195 años del Nacimiento de Don Bosco (16- 8)
138 años de la Fundación del Instituto 5- 8
131 años de la Fundación de esta Casa de Almagro, primera en la Argentina
100 años de la Basílica de María Auxiliadora en Almagro

Vos sos miembro de esta Familia de María, ¡Vení!
Celebrando juntas Pacificamos este lugarcito de la Patria.

YAPEYÚ 132 - SALON DE ACTOS
VIERNES 6 de agosto a las 19:30 hs.

Piden convertir en “causa nacional” la lucha contra el paco

Buenos Aires, 25 Jun . 10 (AICA)

En una reunión efectuada en el colegio salesiano Pío IX, de Almagro, el Equipo para la Pastoral en Villas de Emergencia, que encabeza el presbítero José María “Pepe” Di Paola, pidió ayer al Estado y a la sociedad en su conjunto convertir en "causa nacional" la lucha contra el paco, droga barata y altamente adictiva que, advirtió, “hace explotar la marginalidad y es el rostro más sangriento de la exclusión".

Los “curas villeros” de la arquidiócesis de Buenos Aires cuestionaron las políticas de atención a los adictos a esta sustancia hecha de pasta base de cocaína de baja calidad. Tras indicar que "la muerte aparece como ineludible", advirtió que "si a estos chicos no se les hace un lugar en el mundo no hay una solución posible" para este flagelo que causa al menos dos muertes por semana en la zona metropolitana.

El padre Di Paola lamentó que "el mundo de los adultos haya abandonado a los chicos en la pobreza", y criticó que el "laberinto de la burocracia" impida la recuperación y asistencia de los adictos al paco.

Estimó que la atención y los fallos judiciales en este sentido “son "medidas desarticuladas e insignificantes construidas desde una clase acomodada".

"Hay que obligarle al Estado a hacerse cargo de la lucha contra el paco, porque si no perdemos todos, y si la comunidad no asume este flagelo, esto nos saldrá demasiado caro", aseveró.

En el marco del Bicentenario patrio, que la Iglesia sitúa en el período 2010-2016, el padre Di Paola demandó que esa lucha contra el paco sea "una causa nacional".

Hasta el colegio salesiano de Almagro llegaron diputados nacionales y porteños, referentes del SEDRONAR y de organizaciones destinadas a la atención de los drogadependientes.

También estuvo el obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, quien habló refiriéndose al pasaje evangélico del Buen Samaritano, tema que también abordó el padre Di Paola.

Allí se difundió además un video de 15 minutos con testimonios de habitantes de la villa 21-24, de Barracas, que intentan salir de la adicción al paco.

Texto completo en pdf

REVISTA DE JULIO

¿El Bicentenario, será, Puente de una Nueva Etapa Nacional?

¿Por dónde empezar a construir el Nuevo Puente?
Puente globalizado en la solidaridad, la justicia, el respeto a los derechos humanos; puente por donde circule la Nación Argentina empapando de Esperanza y Amor la tierra de nuestro pueblo.

Empecemos a construir juntas; Expresándonos en la defensa y promoción del MATRIMONIO Y LA FAMILIA; los dos grandes valores que formaron nuestra Nacionalidad y constituyen la Esperanza de la Patria.

Leer nota Episcopado Argentino a continuación

Sobre el bien inalterable del matrimonio y la familia

Declaración de la 99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (20 de abril de 2010)

Al pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

1. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (cf. 1 Tm 2,4). Por eso estableció con el hombre un diálogo de salvación, que culminó en el encuentro con Jesucristo, Señor nuestro y compañero de camino. La Iglesia está llamada a extender este diálogo a la convivencia humana. El diálogo para ser fecundo debe ser claro, afable, sencillo y confiado. Todo esto lleva implícito el respeto a la persona que vive, siente y piensa de un modo diferente. Todos estamos llamados al amor de Dios. La claridad del diálogo exige un discernimiento en orden a reconocer la verdad, sobre la cual los pastores no podemos callar. Esto no supone menosprecio ni discriminación.

2. El ser humano ha sido creado a imagen de Dios. Esta imagen se refleja no sólo en la persona individual, sino que se proyecta en la complementariedad y reciprocidad del varón y la mujer, en la común dignidad, y en la unidad indisoluble de los dos, llamada desde siempre matrimonio. El matrimonio es la forma de vida en la que se realiza una comunión singular de personas, y ella otorga sentido plenamente humano al ejercicio de la función sexual. A la naturaleza misma del matrimonio pertenecen las cualidades mencionadas de distinción, complementariedad y reciprocidad de los sexos, y la riqueza admirable de su fecundidad. El matrimonio es un don de la creación. No hay una realidad análoga que se le pueda igualar. No es una unión cualquiera entre personas; tiene características propias e irrenunciables, que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad. Así fue reconocido en las grandes culturas del mundo. Así lo reconocen los tratados internacionales asumidos en nuestra Constitución Nacional (cf. art. 75, inc. 22). Así lo ha entendido siempre nuestro pueblo.

3. Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad. Si se otorgase un reconocimiento legal a la unión entre personas del mismo sexo, o se las pusiera en un plano jurídico análogo al del matrimonio y la familia, el Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la sociedad argentina.

4. La unión de personas del mismo sexo carece de los elementos biológicos y antropológicos propios del matrimonio y de la familia. Está ausente de ella la dimensión conyugal y la apertura a la transmisión de la vida. En cambio, el matrimonio y la familia que se funda en él, es el hogar de las nuevas generaciones humanas. Desde su concepción, los niños tienen derecho inalienable a desarrollarse en el seno de sus madres, a nacer y crecer en el ámbito natural del matrimonio. En la vida familiar y en la relación con su padre y su madre, los niños descubren su propia identidad y alcanzan la autonomía personal.

5. Constatar una diferencia real no es discriminar. La naturaleza no discrimina cuando nos hace varón o mujer. Nuestro Código Civil no discrimina cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el derecho común. Por consiguiente, sería una discriminación injusta contra el matrimonio y la familia otorgar al hecho privado de la unión entre personas del mismo sexo un estatuto de derecho público.

6. Apelamos a la conciencia de nuestros legisladores para que, al decidir sobre una cuestión de tanta gravedad, tengan en cuenta estas verdades fundamentales, para el bien de la Patria y de sus futuras generaciones.

7. En este clima pascual, y al iniciar el sexenio 2010-2016 del Bicentenario de la Patria, exhortamos a nuestros fieles a orar intensamente a Dios Nuestro Señor para que ilumine a nuestros gobernantes y especialmente a los legisladores. Les pedimos también que no vacilen en expresarse en la defensa y promoción de los grandes valores que forjaron nuestra nacionalidad y constituyen la esperanza de la Patria.


99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina
Pilar, El Cenáculo, 20 de abril de 2010